Mis 30´s

-Mañana es Luna Llena en Leo-,

-Y qué significa- me pregunta mi hermano...

-Que algo que estaba preparándose ya está listo para salir.-, le contesté con una certeza media inventada que resumía los audios de mi astróloga favorita, quien también dice que no debemos ver la astrología como para ver qué nos va a pasar, sino para conocer y aprovechar la energía que está disponible para que nosotros realicemos algo. Pero a veces el pensamiento mágico es muy tentador y yo mísma me preguntaba qué era eso que se ha estado preparando en mi, buscaba en mi caso qué pudiera estar listo para salir a la luz o para ser usado, pero no se me venía nada en concreto a la mente.

-Quizás sea que la nueva decoración de la sala y el comedor por fin termine, ya que el nuevo acomodo fue víctima de un "¿y si pinto de este color? ¿y si cambio esto por acá?"... sí, los cambios comienzan de muchas formas, como por ejemplo el poco control e impulsividad cuando siento curiosidad por algo.

-O quizás aquellas ideas que han estado dando muchas vueltas en mi cabeza, por fin cobren forma y fecha y me dejen tranquila hasta que se me ocurran otras. No lo sé. Lo que sí sé, es que un nuevo capítulo en mí ya comenzó, y se llama “Mis 30´s“. Y no comenzó exactamente el día de mi cumpleaños, sino unos días antes caí en cuenta de ello; justo cuando revisaba una pila de papeles que había dejado por ahí a su suerte y me disponía a darles su cause. Encontré un currículum que edité para una audición que hace un tiempo hice. En cuanto lo leí me acordé perfectamente de ese día.

No sabré decirles de los demás actores y actrices, pero al menos en mi caso, recuerdo cada uno de los castings y audiciones que he hecho, y me refiero específicamente a los que me han dado un no por respuesta, pues esa audición es parte de ese grupo.

Yo hice ese currículum específicamente para esa audición porque en ese entonces yo no contaba con un requisito para participar: tener 30 años.

Omitir la edad en un currículum como actriz no es cosa grave, es una estrategia que impide que te cierren la puerta antes de haberlo siquiera intentado, y si es teatro, todavía se tiene más esperanzas.

Así que mandé mis fotos junto con ese currículum y me contestaron con la fecha y lugar de audición.

Ese día llegué lo suficientemente temprano para relajar los nervios y aprenderme la dinámica de pasar a audicionar. El lugar era un teatro con el director y la producción que estaban sentados en las butacas frente a una mesa larga y a tres filas del escenario. Había hecho algunas audiciones así, pero ésta por alguna razón tenía ciertos tintes que la hicieron sentir diferente, como de película.

Pasaron dos mujeres antes que yo, ambas se veían más grandes en comparación conmigo.

Cuando fue mi turno, imité la dinámica antes vista, dí mi currículum y subí al escenario parándome justo enfrente de ellos. Una de las productoras tenía mi currículum y mientras lo leía, los demás me miraron y sonrieron, yo hice lo mismo.

-Marian ¿verdad?-

-Sí, o Mariana, como gusten.-

-Nos gusta Marian- dijeron mirándome y yo les volví a sonreír.

-Estudiaste en Guadalajara, ¿eres de allá?-

-No, soy citadina, solo me fui a estudiar la carrera-, contesté aguantándome el impulso de querer explicar por qué, manía que se me había quedado desde que me fui a estudiar allá y resultado de haber sido muy cuestionada por ello. Contuve la inercia y esperé a que ellos mismos me lo preguntaran, pero en vez de ello, continuaron:

- ¿Qué personaje vas a interpretar?-

-El de Iveth-, respondí.

Iveth era el personaje protagónico de la obra, tenía una vida complicada y era líder de un grupo de amigas desde la secundaria. Tenía mis razones por las que lo escogí y agradecí que tampoco me las preguntaran.

-Adelante, cuando estés lista-, me dijeron con una señal como quien da la orden de inicio de una orquesta.

Al terminar, me pidieron que lo volviera a hacer, el director me hizo un par de observaciones y me sugirió abordar la escena con otra intención, y así lo hice.

Cuando terminé, ellos se voltearon a ver y se acercaron a hablar con voz tenue casi por un minuto como si yo no estuviera ahí, pero ahí estaba yo, temblando un poco por la adrenalina a unos cuantos metros de ellos sin saber qué hacer mientras discutían sobre mí.

-¿Cuántos años tienes Marian?- interrumpió la discusión la productora.

Sostuve el aliento y con disimulo contesté:

-El mes siguiente cumplo 29-

Ella hizo un gesto entre cerrando sus ojos y me dio las gracias.

A la semana siguiente, me llegó un mail de ellos diciéndome lo mucho que les había gustado mi audición pero que aún así me descartaban, ya que tener 30 años realmente era un punto necesario por fines ajenos a ellos.

No me sentí tan mal por ello aunque el deseo de participar en esa obra se quedó en mí por mucho tiempo después.

Treinta años significaran mucho para quien lo desea todo. Para una actriz en busca de la oportunidad de oro, es una edad en donde se abren muchos caminos pero también se cierra otros. Ahora ya estoy lista para ese tipo de requisitos y para otros ya pasaré a ser del grupo de las "demasiado grande". ¡Qué injusta es la vida!, pensé mientras terminaba de ver ese papel y sonreía en saber que hay cosas peores, me consta.

Eso me recuerda algunos documentos y cosas que tengo que actualizar y otros por los que no me preocupo mucho, por ejemplo mis redes sociales y mi cuerpo se actualizan solas, pero la mente es la que a veces tarda en ajustarse. Para eso solo la vida que a veces dice que no y otras también, será la que termine por hacerle entender ciertas cosas a las que la mente se resiste, como el paso del tiempo.

Aun así estarán los datos de nuestra hoja de vida que pueden seguirse editando, al mismo tiempo que se crean los momentos que ya no se podrán quitar ni borrar ni destruir. Asegurémonos de hacer cada vez más los que nos darán más gusto que disgusto cuando volvamos a recordarlos, y si no, no se preocupen, hay cosas peores, hay cosas peores.